Es la primera vez en la historia del mundo democrático que un partido gana las elecciones exclusivamente gracias a decir que ellos no son lo mismo que los que había. En ningún momento se les escuchó una propuesta alternativa, éstas se quedaron para los partidos minoritarios, esos que con la ley electoral apenas si van a tener la representación que les deberían de dar sus votos.
El mensaje era claro, “votadnos, luego ya veremos”. Y ya los estamos viendo. Los estrategas de Génova han decidido empezar rápidamente a vender el humo de la campaña, y transformarlo en decisiones duras y arriesgadas, asumen que son los representantes de la banca y de Merkel y se proponen desmontar las conquistas sociales de 100 años en unos pocos meses.
Todo basado en la esperanza de que el viento cambie en el mundo y se produzca una recuperación milagrosa, porque si su Dios no les ayuda estos no saben ni como meterle mano al asunto. Y así poder llegar al siguiente compromiso electoral con alguna esperanza.
Los trabajadores, esos que los han aupado a esa posición, (dudo que haya tanta gente con tierras y dinero en este pais) impregnados con el síndrome de sade-masoch, esperan humildemente los palos que les lleguen, con la esperanza de no perder (aquellos que aún lo tienen) el salario del sustento. Incluso admitirán ahora, cosa que no admitían hace seis meses, rebajas en el mismo y en su sistema de vida, por conservar los mínimos.
Y no se quedará ahí. La educación tan solo será la necesaria, estudiarán los que hace 70 años estudiaban, los que sus padres se lo puedan permitir. El resto serán aleccionados en la teoría del Dios, patria y justicia, y con las cabezas huecas nos darán grandes días de gloria (juventudes Hitlerianas son su ejemplo). La sanidad será para el que se la pueda pagar, los demás tendremos beneficiencia, así ahorraremos y de paso disminuirán las cifras del paro a costa de aumentar las inhumaciones. (ya van dos en cataluña, pero ojo, hoy son noticia, mañana cuando la maquina mediática de Génova lo ordene, eso se eludirá) Es la teoría de la evolución, en la que su iglesia no cree, pero que aplican como dogma económico, solo sobrevivirán los más fuertes.
Es también la teoría del miedo. Que se incrementará en los próximos meses gracias a la ayuda mediática de la que disponen, y que insertará en nuestra memoria ram, un bucle en el que se nos dirá: “lo que hay es malo, pero podría ser peor. Este sacrificio valdrá la pena porque saldré de esta y volveré a estar como antes”
Ese mensaje es totalmente incierto. Todo lo que se avecina es tan solo la satisfacción de determinados próceres porque bajo su prisma, el mundo tan solo es un sitio donde deben de ganar cada día mucho más, para satisfacer sus ansias, que son, por otra parte, insaciables. Y los modernos esclavos tan solo estaremos a su disposición para cumplir sus expectativas, si nos les servimos, ya nos quitarán de enmedio. Si para ello deben de declarar guerras, las declararán.
Una pena que los movimientos que nacieron con el 15M tan solo hayan llegado hasta la puerta del sol. Ahora nos queda recuperar valores, echar la vista atrás aquellos que conocimos antes a estos y decirles a los que llegan, que no permitiremos que nos hagan volver allí, que nos costó cuarenta años salir de eso y no lo queremos de nuevo. Y ya que los jóvenes no están por la labor dura, tan solo por la pacífica, habrá que echar mano de los redaños de los viejos, y si es a costa de sangre, la tendrán.
Una vecina con dos ovarios en su sitio.
La noticia salta en Barcelona Doña MARIA RUIZ MARTOS, una granadina afincada en Cataluña, ha rechazado una medalla del ayuntamiento en protesta por la política de recortes sociales del ayuntamiento. Eso es un gesto de los que ya no se ven, un gesto por el que la susodicha se gana todo mi respeto y mi agradecimiento al ver que aún queda gente con principios.
Que vengan muchas Marías Ruiz, por favor....
Yo lo que estoy deseando ver es la carita de los funcionarios andaluces, esos que se han tirado un añito con su camisetita y de asuntos propios de su profesión pitándoles a los de la Junta. Y que ahora ven como sus compis de Castilla la Mancha les caen una rebajita más de sueldo y alguna horita más de curro. Ale ale, que los voten aqui también, que les van a dar, y yo que me alegraré, a ver si aprenden
ResponderEliminara los interinos ya les huele el culo a despedido. Y a buscarse la vida en el duro mercado laboral. Ese del que huyen como ratas. Y los empresarios frotándose las manos, despedirán sin indemnizar nada, que alegría, lo que se van a ahorrar.
ResponderEliminarY las navajas de albacete lo que se van a vender....
No se le puede quitar ni poner nada a lo que dices Mike, es la pura verdad incluso lo del último párrafo y de la sangre. Es lamentable que eso sea así, no deseable, pero no hay otro lenguaje que entienda el capital, y los sumisos sindicatos ahora están dispuestos a aceptar las rebajas de sueldos, pero votaron a Maastrich y votaron a Europa, y ahí tienen los resultados.
ResponderEliminarY sobre María Ruiz "Maruja" que decir, que aunque creamos que estamos en un mundo sin principios, sin dignidad, hay personas que les sobran ambas cosas, y un viva muy grande para ella y los muchos/as que aún están pero en el dique seco o en los cuarteles de invierno.
Y el compañero Anónimo también lleva razón ya sufriremos en la autonomía lo nuestro si el "señorito andaluz de moreno de rayos uva" la hace su cortijo, aunque si la gente trabajadora quiere eso pues que se aten los machos, hay quien nace borrego y muere borrego sin remisión. Algunos la preocupación es por la pensión en el plano estrictamente personal, pero también están los hijos, con uno que tiene dos hijos, y está en peligro de aumentar los cinco millones y otro con la espada de Damocles de la interinidad. El jefe del primero (obrero asimilado a empresario)me dijo el otro día que este país no se arreglará hasta que no exista el despido libre, yo le dije que eso lo hay, lamentablemente, pero hay que indemnizar que es lo que no quieren.
Un abrazo
Y que otra opción le quedó a la gente. Los que gobernaban no hicieron suficientes gestos ni cambios para mantener su apoyo.
ResponderEliminarun saludo.