Los Think Tank de la derecha mundial

Les prometí en una anterior entrada hablarles de como la derecha pretende subvertir la democracia, basándose en la misma desidia que esparce entre los ciudadanos.

La derecha, siempre mejor armada en fondos económicos, en tiempos previos a George Bush padre, inició una etapa de reclutar a los mejores pensadores en distintas áreas a los que paga espléndidamente ( se habla de inversiones de billones de dólares) para ir estudiando la forma de alterar el pensamiento del votante estadounidense, de forma sutil e imperceptible. Eran los llamados Think Tank, esto se ha conocido a fondo en los últimos años. (véase: Don't think of an elephant!, de George Lakoff).

La izquierda como siempre, llegó tarde a esto, aunque ahora pretende recuperar el tiempo, ante la amenaza cierta que se ha visto en estos tanques de pensamiento.

Son maniobras sutiles que manipulan el lenguaje cognitivo, y donde se aprecia como la derecha vetusta ha apostado por un lenguaje agresivamente afirmativo, que vincula sus posiciones políticas con valores y sentimientos morales de enraizamiento popular profundo y apelando a las tripas de lo humano frente al pensamiento integrador o socialmente progresista.

Esto se vislumbra en nuestro país en todos los ámbitos, en un ataque a la política, a las instituciones, se desprestigia lo político, lo institucional, esto hecho desde un partido político queda muy bien. Porque es una carga ideológica de profundidad, tras ese mensaje se esconden los que nunca han creído en la democracia, los que ven con satisfacción como elección tras elección, cae el número de votantes, y crece el abstencionismo.

Voy a ponerles una ficción de ejemplo que puede ilustrarles un poco más. En la época actual, la crisis, que han provocado unos pocos avispados financieros que se han llevado el dinero, y se lo siguen llevando, ha tenido un efecto devastador sobre el empleo. Esta situación no se va a corregir en el futuro inmediato porque no hay elementos de producción masiva que requieran mano de obra intensiva, por lo tanto hay que abordar un cambio importante estructural. Pero la derecha ataca con dureza culpando al gobierno de la situación, alentando los movimientos, no ya de cambio político, sino de masas, bien sea a través de su agente la Iglesia, o de cualquier otro medio, (incluidos los de comunicación, que también controlan).

Pero no tienen solución alguna, en todo caso alguna bastante dura pero no frente a los que provocaron el estropicio, si no frente a sus enemigos naturales, los trabajadores. Si alcanzan el poder, ese calentamiento de la situación será solo el principio, porque implantarán medidas económicas que desplazarán a los trabajadores dando mayor importancia a la generación de beneficio, (que dicen los neoliberales que es la fuente de creación de riqueza social). Esto terminará por hacer entrar en ebullición la caldera de los desencantados, y de los que se vean cada día más pisoteados en sus derechos. Y entonces, tarde más o menos, porque la pereza de movilización social se ha adormecido en los últimos lustros, saltará la chispa y comenzará un movimiento imparable de revuelta social, ese será el momento en que el miedo se apodere de la sociedad civil, y el instante en que apelando a la seguridad, al mantenimiento de la paz social, las fuerzas represivas salgan a la calle.

¿Que piensan que me equivoco?, ojalá. Pero si alguien ha pensado que los tiempos previos a la segunda guerra mundial, o la civil española, no se repetirían, debería leer más los periódicos de entonces y comprobar cómo estaba el panorama laboral. En el momento crítico, las fuerzas represoras no actúan a favor de los pobres, que son los que demandarán justicia, tan solo contribuyen a mantener SU paz. La que permita seguir viviendo a los más ricos a costa de los menos. Pero olvidan que no habrá un mundo para los ricos, si no dejan vivir a los demás.